sábado, 17 de enero de 2015

Capítulo 3: Recuerdos.

¡Hola tributos!

Hoy les traigo el capítulo 3, que tiene un pequeño cambio.
En cuanto le de clic a "Seguir leyendo" , o cómo sea que esté en el blog, sabrán de lo que estoy hablando.
Les quería avisar que a partir de ahora tendrán dos capítulos bajo el punto de vista de Némesis, y uno será narrado por esta personita, fue la mejor forma que se me ocurrió para poder relatar algunas cosillas a lo largo de la historia.
Ahora, sin nada más que decir, solo espero que les guste este capítulo.
¡Besos, panes quemados y muchos azucarillos!



Gale

— ¡Gale, mira, mira, atrapé un conejo!
Santo cielo.
Era el cuarto conejo que Katniss conseguía atrapar, y con cada uno había gritado lo mismo, en momentos como aquel, la niña parecía aún menor de lo que era. Es que, joder, ya tenía trece años y, por lo que me había dicho, desde muy pequeña había ido de caza con su padre, hasta que este murió en una explosión en las minas como el mío, no podía entender cómo se emocionaba tanto por un simple conejo que no le daría suficiente para vivir ni por un día. De acuerdo, esa niña y yo nos ayudábamos a sobrevivir mutuamente y era algo que debía apreciar, pero realmente extrañaba a Némesis, con ella, salir a cazar era completamente diferente, esa chica siempre conseguía sacarme una sonrisa. No pude evitar agradecer el que al fin fuese sábado, solo estaría hasta el mediodía con la pequeña Katniss y el resto del fin de semana lo pasaría con mi amiga, que vivía viajando de un lugar a otro.
El tiempo hasta encontrarme con Némesis se me hizo eterno, sobre todo por los comentarios llenos de ilusión de la niña que me acompañaba. En cuanto me despedí de Katniss, fui corriendo lo más rápido posible hasta la casita del árbol donde siempre me encontraba con mi gran amiga, sin embargo, en esos momentos estaba vacía, claro, si era época de cosecha, y esos días ella se traía a un chico consigo, el cual dejaba en su casa, lo bueno de aquello, es que la chica se iba a dormir con mi familia, siempre, y era poco decir que mis hermanos la adoraban, ellos no veían llegar la hora en que Némesis llegase a casa, ella tenía algo que hacía que todos a su alrededor se sintiesen bien de inmediato, lástima que el resto del distrito no haya podido aceptarla.
Me senté en el piso, apoyando la espalda en el tronco del árbol, y la esperé. En un inicio apenas parpadeaba, mirando el sendero por donde sabía que ella iba a aparecer, pero no llegaba, se estaba tardando más de lo que me gustaba, pero era normal, así que, poco a poco, se me fueron cerrando los ojos, sabiendo que ella estaba perfectamente, y, en algún momento, caí en un sueño inquieto.

Era Némesis.
La veía correr, el pánico era visible en su rostro, el cual estaba repleto de cortes y cardenales. ¿Qué le pasaba? ¿Quién le había hecho eso? Escuché una especie de alarido, lo que hizo reaccionar de inmediato a la chica, le gritaba a alguien que corriese, entonces me fijé en el entorno en que se encontraba, era un bosque, el del distrito. ¿Qué pasaba? De un momento a otro, una figura oscura se abalanzó sobre mi amiga, inmediatamente intenté llegar hacia ella, pero algo duro y frío me lo impidió, era una televisión, grité cuando entendí lo que estaba sucediendo, pero no podía ser cierto, ella no podía estar en la arena, no, era imposible. Entonces lo escuché, algo que siempre había temido, sonó un cañonazo, el que indicaba la muerte de la chica a la que le había cogido tanto cariño, y la voz de Claudius Templesmith anunciaba como ganador de los septuagésimos primeros juegos del hambre a un chico del que nunca había oído hablar.
Némesis, la chica dulce y bondadosa que había conocido a los nueve años, estaba muerta, y yo no había podido hacer nada por salvarla. Grité, un grito que denotaba el más grande dolor, el de la pérdida.
Entonces abrí los ojos, y el rostro dulce pero preocupado de ella se encontraba frente a mí. Una pesadilla, solo había sido eso, una pesadilla, a veces las tenía, en época de cosecha, siempre eran así, ella muerta, o yo, o ambos, sin importar que, ella siempre estaba presente cuando yo soñaba con respecto  a los juegos. Me oí jadear y extendí mi mano hacia ella, esperando comprobar que estuviese junto a mí, suspiré con alivio, sí, era ella. No pude contenerme, en un par de segundos ella estaba entre mis brazos.
—Gale, sé que me quieres, pero me estás asfixiando.
Reí, definitivamente era mi amiga, la solté lentamente y le sonreí con algo de nerviosismo, lo que hizo que ella fuese quien me abrazara entonces.
—Lo siento. —Le dije, entonces me di cuenta del temblor de mi cuerpo—  Solo soñé que morías, en los juegos.
Inmediatamente, la fuerza de su abrazo se volvió el doble, ella suspiró, lo noté simplemente por el movimiento de sus pequeños y delicados hombros. No pude evitar sonreír, cualquiera diría, por su apariencia, que era frágil y delicada, pero yo la había visto, un par de veces que tuvo que salvarme el trasero de unos cuantos agentes de la paz, los que no la habían reconocido ya que era bien entrada la noche, Némesis era dulce y la mejor persona que conocía, pareciera haber sido arrancada de un cuento de hadas como los que me contaba cuando éramos un par de críos, ella, tan buena, tan gentil, es como si hubiese saltado desde mis mejores sueños y aparecido frente a mí, pero también era peligrosa, cuando intentaban dañar a las pocas personas realmente importantes para ella, yo, afortunadamente, incluido, se convertía en la peor pesadilla de cualquiera, incluso podría haber sido la muerte misma. Me aparté un poco para observarla de nuevo, sí, definitivamente no tenía que preocuparme por ella, si quisiese podría matar a todos los tributos en un par de días, yo estaba seguro de eso. 
—Dime que tú no me obligarás a hacerte la estúpida promesa de ganar si salgo elegida que tuve que hacer a todos en casa, es como si no confiaran en mí.
Reí. ¿La habían hecho prometer eso? No podía creer que conocieran tan poco a la chica, ella siempre salía sana y salva de todas las situaciones estúpidas y peligrosas a las que se metía, quien terminaba herido era yo por intentar seguirla. Tiré de su brazo y ambos nos levantamos.
—¿Y si vamos a cazar en vez de hablar de estupideces como esa? ¿Traes tus armas?
Por toda respuesta, ella me enseñó el interior de su chaqueta, con una fila de cuchillos carniceros, otra de dagas, y una última de puñales, como siempre, parecía que Némesis iba a la guerra o los juegos, en lugar de a cazar. Negué con la cabeza, esa actitud siempre dispuesta de ella siempre me sorprendía y, cómo no, me divertía. Entonces la chica tironeó de mí, haciendo que la siguiera a través del bosque, esperé pacientemente a que me soltase y entonces le seguí el paso, lo que no fue buena idea, ya que la hiperactiva de mi amiga nos llevó corriendo hacia nuestros lugares favoritos para cazar.

Pronto teníamos una gran carga de conejos, ardillas y algunas aves, además de frutas que habíamos recolectado. Dirigí mirada hacia Némesis, estaba sentada al borde de un precipicio con el que nos habíamos topado pocos meses después de conocernos, noté que su ondulado cabello, tan oscuro como el carbón que sacaban de las minas, estaba recogido en una coleta, no pude evitar sonreír, lo llevaba así desde que conoció a Katniss.
Némesis solía cambiar de peinado constantemente, pero siempre había llevado trenzas, normalmente elaboradas, las que hacía cuando se aburría, pero un día, me estaba despidiendo de la niña dos años menor cuando mi gran amiga se topó con nosotros, tardé bastante en aplacar su pequeño ataque de celos, la verdad es que no era para menos, ya que le había confesado que me adentraba en el bosque con Catnip todos los días, exceptuando los fines de semana, los que guardaba para ella. Némesis temía perderme, era algo lógico, eso lo comprendí al llegar a casa, a ella la veía solo dos días a la semana y me topaba siempre con la niñita, a veces incluso los días que no había colegio. En cualquier momento podría olvidarme de la chica nacida en el Capitolio, y, más de una vez, ella me dijo que yo era lo único que tenía, a excepción de un chico con el que me había explicado que no podía tener la misma amistad sincera que conmigo. Esa noche mi amiga se quedó en la casita del árbol, mientras yo, tras haber mandado a dormir a mi madre y mis hermanos, me había quedado observando la alambrada a través de la ventana de mi casa. Al día siguiente fui antes de que saliese el sol al bosque, subiendo a donde sabía que encontraría a la chica, ella seguía dormida, la observé por unos momentos, su cabello estaba completamente suelto, como nunca lo había visto antes, y rastros de lágrimas sobre sus mejillas, en algún momento se despertó y me observó con cierto temor, abrió su boca, para pedir perdón supuse, pero la hice sentarse y recogí su cabello en una coleta.
—Así te ves diferente a cualquier amiga que yo pueda tener aquí. —Le dije ese día— Y espero que recuerdes siempre que eres la más importante de todas.
 Sonreí por el recuerdo, para mí ese había sido el mejor momento de todos los que había compartido con la morena. Tardé un poco en volver a la realidad, y cuando volvía a estar en el precipicio con mi amiga, noté que ella movía sus manos frente a mí.
—¡Gale, vuelve a Panem! —Decía la chica entre risas— ¡Tenemos que volver!
En ese momento me percaté que ya estaba faltaba poco para el ocaso. Me levanté de un salto, tomando lo que habíamos cazado y recolectado ese día.
—¡El último en llegar al quemador cocina hoy!

Y tras haber dicho esas palabras eché a correr, sabiendo que Némesis me seguía de cerca.


               







                                                        
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                    Capítulo 2

2 comentarios:

  1. Me alegra ver a Gale en POV, katniss me cayó algo mal aquí, pero bueno, tiene trece años, se le puede perdonar esos arrebatos xD. Primeramente me confundió el inicio pero al ver que fue un sueño la cosa me alegró, Gale tiene razón, Némesis está preparada par ir a los juegos, no va a morir tan facil. Temeraria y previsora, ¿se presentaría Gale voluntario si ella salíera elegida? Me intriga el asunto. Quiero ver a Katniss celosa, debe de ser divertido xD. Y Némesis no debería de temer perder a Gale, es obvio que le tiene mucho cariño, aunque se vean `poco, me ha encantado el recuerdo, el truco de la coleta solo para no parecerse a ninguna amiga suya me gusta, quiere ser única e irremplazable *-*. Y sí, mi mente ya imagina un triángulo amoroso aunque Némesis solo vea a Gale como su amigo. Quiero ver lo que pasará en los juegos, ¿saldrá elegido el nombre de Némesis?, ¿Qué hará Gale?

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    1. Bueno, eso es verdad, es una niña, hay que comprenderla, aunque la verdad me hizo bastante gracia escribirlo.
      Wow, esas son muchas observaciones. ¿No has pensado en ser detective? Te haces una idea con solo unos poquitos detalles. Hay algunas cosillas por ahí en las que acertaste. ¿Un triángulo amoroso? ¿Tan rápido piensas en eso? Jaja que divertido, aún no he pensado en esa posibilidad, pero que habrá amoríos, habrá.
      Ya falta poquito, calma, pronto tendrás las respuestas, ya sabrás que sucederá...o no sucederá, en la cosecha.
      ¡Besos, Paula!

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